Cada año, Francia alberga varios teknivals, pero el tekival del Primero de Mayo sigue siendo emblemático. Este hecho histórico nos empuja a repasar los teknivals más significativos desde 1994, año en que comenzaron estos encuentros clandestinos.
1994-2000: Las primeras chispas De 1994 a 2000, teknivals experimentó un enorme crecimiento en Francia. El primer teknival May Day nació en 1994, cerca de Fontainebleau, gracias a la iniciativa de Spiral Tribe y otros soundsystems británicos. Este evento reunió a varios cientos de participantes, marcando así el surgimiento de encuentros festivos alternativos. En los años siguientes, especialmente en 1995, estos colectivos continuaron encendiendo Fontainebleau con su energía.
1997: Compromiso y Música En 1997, el teknival adquirió una dimensión comprometida con una edición centrada en la lucha contra la energía nuclear, organizada en el sitio Carnet cerca de Nantes. Esta acción siguió los planes para construir plantas de energía nuclear por parte del estado en territorio natural. El grupo Noir Désir marcó el evento subiendo al escenario para hacer resonar su música.
2001-2006: desarrollos y reconocimientos El período de 2001 a 2006 estuvo marcado por avances significativos para teknivals. En 2003, la iniciativa de Nicolas Sarkozy, entonces Ministro del Interior, abrió una nueva era. El teknival se legalizó por primera vez, estableciendo así un diálogo formal entre organizadores y autoridades. Bajo el nombre de "Free Open Festival", este evento reunió a cerca de 70.000 participantes en la base aérea de Marigny-sur-Marne. Este evento marcó la implementación de la Enmienda Mariani de 2001, una ley que regula la libre circulación partidaria.
En 2004, la edición en la base aérea en desuso de Chambley superó los 100.000 participantes, marcando un momento histórico con su asistencia excepcional. La siguiente edición en Marigny en 2005 estuvo empañada por tragedias y problemas.
2007-2009: la era de la protesta De 2007 a 2009, un período de protesta marcó la historia de teknivals. En respuesta al "Sarkoval" oficial, el teknival Insoumis se llevó a cabo al margen del evento autorizado en 2007, dando origen al colectivo Insoumis. Aunque se unieron menos participantes, este evento dejó una huella memorable que se remonta a las raíces del movimiento, con un ambiente cálido y comunitario.
2009: El calvario de la protesta En 2009, a pesar de la supuesta legalidad de los teknivals, el Estado se negó a autorizar el evento, rompiendo todo diálogo con los colectivos unos meses antes de la fecha prevista. A pesar de ello, la manifestación se organizó de forma ilegal en el Eure, reuniendo a 30.000 participantes en total. Sin embargo, luego de las festividades, se ingresaron un total de 27 soundsystems por un período de 5 meses. Un único colectivo fue señalado como responsable por las autoridades, recibiendo una multa de casi 55.000 euros, tres años después de los hechos.
2010-2017: desarrollos y aspectos destacados En 2013, el teknival celebró su 20 aniversario con el Twentytek, organizado en la base aérea de Cambrai-Epinoy. La coalición de soundsystems Kraken Krew nació durante esta edición, mientras que la Tribu Espiral se reunió excepcionalmente para la ocasión, en torno a un escenario cuadrafónico.
2016: un acto de protesta En 2016, el movimiento dio un paso audaz al declarar ilegal el 23.º teknival como protesta. A pesar de la asistencia de solo 30.000 personas a los sistemas de sonido para esta edición, el año siguiente estuvo marcado por una respuesta entusiasta y apasionada, con el doble de participantes respondiendo a la convocatoria. Esto marcó un entusiasmo renovado por el movimiento del partido libre.
2018-2020: nuevas direcciones Después de una edición ilegal en 2018, el teknival volvió a Marigny por cuarta vez, convirtiéndose en el lugar que acogió más teknivals. En 2019, el evento tomó un giro diferente. Frente a la represión estatal con decretos de prefectura que limitan la circulación de vehículos que transportan equipos de sonido, Frenchtek 26 se estableció en Creuse en la meseta de Millevaches. Entre 5.000 y 10.000 participantes desafiaron la nieve para bailar durante tres días, marcando un hecho sin precedentes en la historia del movimiento.